El 28 de octubre se realizó el segundo Intercambio de experiencias y diálogo en torno a la elaboración e implementación de Planes Nacionales de Adaptación de países de América Latina donde participaron 12 representantes de 6 países de la región, reunidos para conocer más sobre aspectos de Monitoreo y Evaluación. Daniel Morchain de IISD, María José Pacha y Gabriela Villamarín de CDKN reportan.
Los que trabajamos en cambio climático sabemos que abordar temas de monitoreo y evaluación (M&E) de la adaptación no es fácil. Una forma importante de superar los desafíos que se presentan es aprendiendo de las experiencias de otros países en base a su contexto específico. Todos estamos aprendiendo mientras transitamos el camino. Por ello, los espacios de intercambio son claves para avanzar en la adaptación al cambio climático.
En América Latina, la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA), la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN) y la Red Global del PNAD– cuya Secretaría está a cargo del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD) – han emprendido un proceso para apoyar a estos gobiernos a fortalecer sus capacidades y propiciar un espacio de intercambio y diálogo de experiencias en torno a la elaboración e implementación de planes nacionales de adaptación.
De la gobernanza multinivel (o integración vertical) al monitoreo y evaluación
El 28 de octubre de 2020 se realizó el segundo intercambio virtual, esta vez, sobre Monitoreo y Evaluación (el primero, en el mes de septiembre, se enfocó en la integración vertical). Representantes de 6 países de América Latina (Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Perú) estuvieron presentes. Patrick Guerdat, analista de políticas del Programa de Resiliencia del IISD y experto en M&E, realizó una presentación sobre conceptos claves y esgrimió una hoja de ruta a tener en cuenta para diseñar e implementar un buen sistema de M&E. Patrick resaltó la utilidad de un sistema de M&E indicando que ayuda en los siguientes ámbitos:
- Gestión de la adaptación: revisar si una política, plan o intervención va por buen camino, o en su defecto cómo ajustar el curso de acción adecuadamente.
- Rendición de cuentas: reportar a los actores involucrados sobre el progreso y/o sus resultados.
- Aprendizaje: producir conocimiento sobre la evolución del contexto de adaptación, las necesidades y experiencias.
- Reportes: para una efectiva colaboración intra e interministerial, a varios niveles de gobernanza, a la CMNUCC y a socios de desarrollo.
Experiencias muy diversas, pero la mayoría aún en etapas de diseño y planificación
Sobre la base de esa presentación, los y las participantes compartieron el estado de situación de los sistemas de M&E para la adaptación en sus países. Es interesante destacar que la mayoría de los países se encuentran en etapas de planificación y diseño de sus estrategias de M&E, con diferentes estados de avance. Por ejemplo, Costa Rica cuenta con una Política Nacional de Adaptación, pero no existe un plan de acción y esto ha dificultado la implementación de un sistema de M&E. La nación centroamericana está avanzando en el trabajo a nivel sub-regional (cantonal), incentivando a los municipios a desarrollar acciones de adaptación que sean reportadas en el Sistema Nacional de Métrica de Cambio Climático (SINAMECC).
Por otro lado, Chile cuenta con un Plan Nacional de Adaptación del 2014 que incluye un sistema de reporte del progreso de las medidas del plan, pero no de su efectividad, por lo que el sistema de M&E carece de los matices necesarios para expresar la complejidad de los procesos de adaptación, y por ende permitir una respuesta apropiada. El gobierno chileno está en proceso de solicitar fondos para la actualización del Plan Nacional, con lo cual se fortalecerá el sistema de M&E. Actualmente, en Chile están elaborando un set base de indicadores de adaptación a nivel nacional mediante el proyecto Creación de Capacidades para la Transparencia, financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF).
El M&E de la adaptación es un reto, pero vamos avanzando
Otros desafíos generales mencionados fueron:
- No hay una métrica común de adaptación global para medir el éxito, como sí lo existe para las acciones de mitigación;
- Los diferentes sectores relevantes a la adaptación, en muchos casos, ya tienen un sistema de M&E en operación – aunque a menudo éstos no aborden el tema de adaptación. Crear un nuevo sistema central que integre la adaptación en los sistemas sectoriales existentes y cree un lenguaje, unos objetivos y una visión comunes presenta una dificultad importante.
- Evaluar el éxito de una medida de adaptación lleva mucho tiempo y su resultado puede ser subjetivo;
- Existe incertidumbre sobre el alcance de los diversos impactos futuros del cambio climático y la existencia de otros factores que puedan afectar los procesos de adaptación y desarrollo.
Al final del evento, los y las participantes reflexionaron sobre algunos desafíos particulares. Para Chile, el desafío está en fortalecer el sistema de M&E con mecanismos de aprendizaje que vayan fortaleciendo la gestión de la adaptación. En Colombia el enfoque se centra en agregar métricas de diferentes contextos y escalas (alineación vertical entre lo nacional y lo local). Para Costa Rica, el desafío es lograr incentivos para que los municipios y el sector privado realicen acciones de adaptación, ya que el esquema actual es voluntario y depende de la iniciativa propia y del interés de los actores municipales sobre el tema. Para Ecuador, el reto es definir criterios y mecanismos para la evaluación concurrente y posterior del cumplimiento de los objetivos y metas de adaptación. El desafío para Paraguay es definir objetivos de adaptación cuantificables como base para los indicadores. Por último, el reto peruano es articular el sistema de M&E en adaptación con los otros sistemas o plataformas de información existentes en el país a nivel nacional y subnacional.
A pesar de enfrentar muchas barreras para alcanzar un M&E de la adaptación que sea relevante, inclusivo y políticamente atractivo, en esta sesión entendimos que las personas encargadas de avanzar esta agenda a lo largo de la región latinoamericana tienen claro el camino a trazar. Sin embargo, este no es ni debe ser un camino fácil, pues eso desmerecería los matices y la complejidad necesaria para promover una adaptación efectiva y justa.
Durante el intercambio se compartieron recursos interesantes, como una guía para desarrollar sistemas nacionales de monitoreo y evaluación y una publicación sobre Monitoreo y evaluación del Proceso PNAD: Oportunidades, desafíos y soluciones emergentes.